viernes, 24 de junio de 2011

Seis mil pesos para vivir bien

Hola Pablo, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy comentaré la desafortunada declaración del Secretario de Hacienda respecto a que con seis mil pesos se puede acceder al crédito de vivienda, de auto y además pagar colegiaturas en escuelas privadas, y en este tenor, les tengo dos noticias: una buena y una mala:
A. . La buena, es que según nuestro Secretario de Hacienda, ¡los mexicanos podemos vivir con seis mil pesos al mes!
B. La mala, es que para tener un nivel de vida como el que propone Cordero el ingreso de todos los integrantes de una familia debería ascender a 30 mil pesos.
El pasado lunes, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, convocó a conferencia de prensa para dar a conocer la excelente noticia, que momentos antes había dado el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, sobre el crecimiento económico de 5.5% en el 2010. Sin mencionar que la espectacular cifra de crecimiento obedece, en parte, a su comparación con el peor resultado de muchas décadas, como lo fue la caída superior a 6% durante el año 2009.

Tras dar la noticia sobre el crecimiento de la economía, el encargado de las finanzas de nuestro país afirmó que "hay familias mexicanas que con ingresos de 6,000 pesos al mes pueden tener crédito para una vivienda, crédito para un coche y pueden tener a sus hijos a una escuela privada pagando las respectivas colegiaturas".

La desafortunada declaración del titular de Hacienda tan sólo muestra el desconocimiento de la situación actual en la que vivimos. Para contrastar la declaración considere las estimaciones siguientes:

En primer lugar, el tener a un hijo en una escuela particular de nivel medio nos costaría en promedio anual, 30 mil pesos a nivel preescolar, 37 mil en primaria, 40 mil en secundaria y 45 mil en preparatorias. Dichas anualidades implican que en promedio mensual le educación privada de uno de nuestros hijos nos costaría 3,500 pesos mensuales; más de la mitad del presupuesto planteado por Cordero.

En segundo lugar, considere que si se compra un auto pequeño de unos 140,000 pesos a través de un crédito, dando un 30 por ciento de enganche, se tendrían que erogar 3,700 pesos durante 36 meses; otra vez más de la mitad del presupuesto denominado por los diputados federales como “la teoría del estiramiento salarial”.

En tercer lugar, el pago de un crédito hipotecario para obtener un bien inmueble de unos 800 mil pesos, un mini departamento en la ciudad de México, significaría el pago mensual de 6,500 pesos en promedio; cifra que por sí sola supera el mítico presupuesto.

En suma y sin contar el monto que correspondería a los enganches para la compra del auto y la casa, que se ubican entre 20 y 30 por ciento de su valor, resulta que para cubrir la colegiatura de un hijo, pagara un auto y un crédito hipotecario, una persona tendría que erogar 13,700 pesos.

Ello sin considerar que de acuerdo con base en la información que reporta nuestro instituto de estadística, el INEGI, del total del gasto de los hogares mexicanos, el 10% corresponde a vivienda, el 2% a adquisición de vehículos y el 9% se destina a los servicios de educación, lo que en suma representa uno de cada cinco pesos en el gasto de las familias. Así que para que una familia tenga este nivel de vida en condiciones normales no bastaría con percibir 6 mil pesos, sino cinco veces más, lo que representa ingresos de 30 mil pesos, ya que también gastamos en alimentos, vestido, calzado, salud, comunicaciones, diversión y esparcimiento, entre otros rubros de gasto.

Como usted lo puede percibir, para pagar bienes básicos, y además disponer de un auto, una casa y cubrir colegiaturas, se requiere un nivel de ingresos que superara los 6 mil pesos mensuales. Sin embargo, la mayoría de la población ni siquiera alcanza ese nivel de ingresos. Nuevamente el INEGI reporta que el 60% de la población ocupada en México tiene un ingreso de hasta 3 salarios mínimos, ello significa que este grueso de la población solo tiene ingresos que ascienden a un máximo de 5,400 pesos al mes, lo que deja en claro que un trabajador que gana poco menos de 4 salarios mínimos, difícilmente podrá aspirar a tener un nivel de vida que le permita adquirir vivienda y automóvil a crédito y, aún más pagar la colegiatura de sus hijos, sin enfrentar problemas crediticios.

Estimado radioescucha, vivimos en un país en donde una de cada dos personas padece alguna situación de pobreza. Con este tipo de declaraciones de nuestros funcionarios públicos lo único que queda claro es el desconocimiento que tienen sobre la realidad de la economía familiar de los mexicanos y de las penalidades que acusan millones de mexicanos, quienes luchan cada día por sobrevivir. Como decía la abuela “de dos que se quieren bien, con uno que coma basta” pero es mi deseo más profundo que ya sea hora de que nos toque comer bien a los ciudadanos y no a los altos funcionarios públicos.

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