viernes, 24 de junio de 2011

“No a la Legalización de las Drogas”

Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy comentaré la negativa a la opción de legalizar el mercado de las drogas para acabar con el narcotráfico, y en este tenor, les tengo ahora tres noticias: una buenísima, una buena y una mala:
A. La buenísima, es que el Poder de la Discrecionalidad está a unos minutos de cumplir sus primeras mil horas. Mil felicidades, merecidísimas a todos los integrantes del equipo, especialmente a Jorge Humberto.
A. La buena, es que representantes de los Estados Unidos y de México se reunieron para discutir temas de narcotráfico y consumo de drogas ilegales.
B. La mala, es que declararon una rotunda negativa a la opción de legalizar la producción y el consumo de drogas ilícitas.
En la Novena Conferencia Binacional México-Estados Unidos sobre reducción de la demanda de droga, el zar antidrogas de Estados Unidos, Gil Kerlikowske rechazó las posturas que proponen la legalización de las drogas como una forma más eficaz de combatir al narcotráfico. Kerlikowske dijo, “No soy lo suficientemente naif como para pensar que los criminales abandonarán el negocio (de las drogas) y buscarán vías legítimas.. tras una eventual legalización”.
Una afamada revista estima que México exporta anualmente a Estados Unidos unas 16 mil toneladas de marihuana, unas 260 toneladas de cocaína y la mitad de las anfetaminas que consumen. El gobierno mexicano considera que todo esto equivale a 35 mil millones de dólares. Cabe señalar, que nuestro país no está libre del consumo de drogas, la Encuesta Nacional de Adicciones señala que hay 4 millones de consumidores en México y que entre 2002 y 2008 aumentó menos del 1% el consumo, por debajo del crecimiento en Estados Unidos o Europa.
Distintos enfoques explican los motivos para delinquir, entre ellos el biológico, el psicológico, el social, y, por supuesto, el económico. Para éste último, un individuo tiene dos opciones: ser honrado, ganar un salario y caminar sin problemas por la calle; o ser deshonesto, apropiarse de la riqueza de los demás, pero corriendo el riesgo de ser encarcelado. El individuo evalúa con base en su criterio y la eficacia con que opera el sistema judicial y toma la decisión de delinquir o no dependiendo de lo que sea más provechoso. En esta decisión es relevante la probabilidad de ser atrapado, culpado y sentenciado; pero en México sólo 7 de cada mil individuos asociados al narco fueron sentenciados. Un estudio indica una política judicial que aumente el número de condenas en 6.6% disminuiría la delincuencia en 2%, además que el incremento de 6.6% en el número de delincuentes ocasionaría una disminución de 6% en la inversión privada, lo que a su vez provocaría una caída del producto interno bruto de 1%.
Estoy convencido de que los mercados, en donde participan millones de consumidores y cientos de productores, son la mejor forma para distribuir los bienes y servicios que consumimos, pero el mercado de la droga es particular porque básicamente se produce en México y se consume en Estados Unidos, lo que significa que la producción y consumo se debe legalizar en ambas naciones.
Estimado radioescucha, cuando no se identifica bien el problema por resolver, narcotráfico o consumo de drogas, se dificulta aportar una solución adecuada. Si el problema es abatir el narcotráfico, entonces hay que legalizar la producción y consumo de las drogas menos dañinas, no cabe duda que ante la baja de precios aumentará el consumo en lo inmediato, pero los narcotraficantes perderán las jugosas ganancias del negocio ilegal; obviamente no se convertirán en empresarios, lo más segura que transiten a otras actividades delictivas, pero sin tanto dinero para sobornar y comprar equipos sofisticados sería más fácil atraparlos. Como decía la abuela, “el que siembra vientos, recoge tempestades”.

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